lunes, 10 de septiembre de 2012

El retiro del Bushi






El samurai doblo sus ropajes, guardo su katana y su wakizashi, y se corto el moño. Se alejo durante un tiempo del campo de batalla, todo un año se encerró en una cueva, donde reflexiono sobre su vida. Alejado de todo, renovó su espíritu, y aunque siempre lo supo, pudo confirmar que no puede vivir sin su espada, sus ropajes y su moño.  Su mente nunca perdió de vista la katana, aunque la escondió lejos de manos ajenas. Durante un año el pelo volvió a crecerle, y tras un empujoncito, pequeño, pero necesario, volvió a coger sus ropas de batalla, las desdoblo, y noto de nuevo el peso inexplicable de aquellas telas.


lunes, 16 de abril de 2012

Eugenio Torres: Kárate como forma de vida




“El Kárate es para gente fuerte, para gente fuerte de espíritu. Ahora toca ser fuertes”  

Tenía 15 años cuando mi maestro me dijo esas palabras, no fue en clase, ni después de entrenar, estábamos sentados en una cafetería. Estaba pasando un momento malo en mi vida y el estuvo ahí.

Han pasado muchos años de aquello, pero no lo he olvidado. Ahora le conceden el 7º Dan. Es un honor dentro del kárate. Un reconocimiento a toda una vida dedicada al noble arte de Okinawa, a su práctica, y a su enseñanza. Es de justicia que así sea, y me siento muy orgulloso de tener un maestro de la talla de Eugenio Torres. Pero creo que todos los Danes que puedan darle nunca serán suficientes para reconocer lo que ha hecho y lo que sigue haciendo por sus alumnos. Ha conseguido que seamos una familia, amigos y compañeros que tienen el Kárate y el respeto por la persona de su maestro como nexo de unión.

Desde este humilde rincón quiero darle mi más profunda enhorabuena por todo lo que ha hecho y ha ganado con su esfuerzo.

La diferencia entre un maestro y un entrenador se encuentra en la charla en la cafetería, muchos entrenadores nunca se hubieran preocupado por uno cualquiera de sus alumnos, Eugenio siempre se ha comportado como un maestro.

OSS